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El miedo al diésel nos lleva a elevar las emisiones de CO2 por primera vez en diez años

Ayudas comprar coches electricos

Los temidos NOx, Volkswagen y el dieselgate, las etiquetas de la DGT, las restricciones de tráfico en las grandes ciudades y las habladurías populares han conseguido que en 2017 las ventas de coches con motor diésel hayan caído en favor de los motores de gasolina y, sin embargo, no tanto hacia una movilidad ecológica con coches híbridos, eléctricos, híbridos enchufables o de gas. Así que el resultado no es tan bueno como parece y las emisiones de CO2 (dióxido de carbono) de los coches vendidos el pasado año en España han crecido por primera vez en diez años.

¿Coche o bici para reducir las emisiones de CO2?
¿Coche o bici para reducir las emisiones?

La cifra concreta son 116 gramos de CO2 por kilómetro recorrido, según informa Faconauto. Esto rompe la tendencia positiva de la última década y nos deja un poco descolocados tras tanto discurso en contra del diésel.

¿Nos engañan o nos engañamos?

Tras muchos años de una impresionante dieselización nos encontramos en un momento en el que los motores alimentados por gasoil parecen el demonio. La bomba saltó con las trampas de Volkswagen a la hora de homologar las emisiones de sus coches y después llegaron los NOx (óxidos de nitrógeno también perjudiciales y que pueden generar efecto invernadero), algo de lo que no habíamos oído hablar y que en nuestras ITV no se tiene en cuenta. ¡Ah! y algo de lo que “estamos limpios” con los motores de gasolina. Por tanto, todos a comprar motores de gasolina… ¿o no?

No. En realidad las ventas de coches de gasolina han crecido por el miedo a no poder utilizar nuestro coche diésel y esto se debe a las restricciones de tráfico por contaminación de grandes ciudades como Madrid o Barcelona. Es decir, no hemos cambiado nuestra tendencia de compra por ser más ecológicos, sino para poder seguir sumándonos y contribuir al caos circulatorio sin restricciones que nos obliguen a utilizar un modo de transporte más lógico. Si por fin hubiésemos adquirido una conciencia más ecológica las ventas se habrían derivado hacia coches híbridos o de gas.

No pensemos sólo en coches híbridos urbanos, hay de todo tipo

Entonces, ¿cuál es el futuro más positivo? ¿diésel o gasolina? Si nos centramos en las emisiones de los vehículos, claramente el futuro deberían ser coches de gas y eléctricos o, al menos, contar con ayuda eléctrica. Es decir, coches alimentados por GNC o GLP y eléctricos, híbridos, híbridos enchufables o los llamados mild hybrid, coches con una pequeña asistencia eléctrica para las salidas desde parado.

Pero las previsiones de ventas para 2018 de los llamados coches ecológicos se sitúa sólo en un 7%, lo que deja claro nuestro nivel de conciencia ecológica si no hay una motivación en forma de beneficio económico, restricción o sanción.

¿Por qué han subido las emisiones de CO2?

Principalmente por haber puesto toda la atención en los NOx, pero también por el incremento en las ventas de coches con motor de gasolina, que en 2017 se ha cifrado en un 24,2%. Pero eso no es todo, hay un culpable más, la moda.

Restricciones al tráfico

El fenómeno SUV que invade poco a poco el mercado y que incluso tiende a extinguir algunos segmentos también colabora a elevar la cifra de CO2 emitido a la atmósfera. Este tipo de coches tienen unas emisiones medias superiores a los turismos, son más altos, grandes y pesados, por lo que gastan más combustible y emiten más sustancias nocivas.

El segmento de los SUV medianos es un auténtico superventas, pero el de los SUV pequeños crece a un ritmo endiablado que amenaza con superar a su hermano mayor. Las matriculaciones de SUV del segmento B y C en 2017 significaron el 31,2% del total en España.

¿Y ahora qué?

Ahora los fabricantes deben trabajar duro para poder reducir las emisiones medias de CO2 que les exige la UE, que es de 95 gramos en 2021 y 66 gramos en 2030. Si no me equivoco, en menos de año y medio veremos cómo los mild hybrid crecen como las setas para poder salvar esas cifras de emisiones.

Por otro lado están los coches ecológicos, que no terminan de despegar a pesar de las ayudas de las administraciones. Quizá son escasas, quizá el precio de estos coches todavía dista mucho de los equipados con motor de combustión, quizá toda esta tecnología sigue dando un poco de miedo al posible comprador o quizá somos cómodos.

Los coches alimentados por GLP y GNC tienen etiqueta ECO, sus emisiones son muy reducidas y el precio final es muy cercano al de sus homólogos de gasolina, en algunos casos y gracias a las promociones, es similar. Pero este tipo de coches nos exige un trabajo extra, desplazarnos hasta una de las escasas gasineras, así que sus ventas son muy reducidas.

SEAT Ibiza TGI
Estos dos SEAT Ibiza se alimentan por gas GNC

Pero no todo es culpa del consumidor final. Si no existe una red de gasineras apropiada (como sí hay en otros países), no se venden coches con GNC o GLP. Lo mismo sucede si no hay una red apropiada de cargadores, que no se venden coches eléctricos o híbridos enchufables. Y,claro, si sólo nos preocupamos de salir bien en los titulares gracias a la instalación de cargadores y no nos preocupamos de su mantenimiento o de que las plazas con cargadores no se ocupen con coches que no las necesitan, tampoco se venden vehículos de este tipo. Y lo mismo se puede aplicar a la empresa privada. ¿Cuántos centros comerciales conoces con cargadores para coches eléctricos? Hay muchos, pero cuando de verdad vas a recargar tu coche eléctrico te encuentras que no funcionan, no sabe utilizarlo, han conectado un puesto portátil de comida rápida o hay un coche no eléctrico aparcado en esa plaza.

Conclusión, el esfuerzo debe ser por parte de todos, desde el gobierno hasta el consumidor final, pasando por las diferentes administraciones, los fabricantes y la empresa privada. Sin ese esfuerzo ayer fueron los NOx, hoy es el CO2 y mañana será otra cosa, pero seguiremos dando tiros en diferentes direcciones sin hacer despegar las ventas de los coches cero emisiones o que verdaderamente cuentan con emisiones muy bajas.

Iván Solera
Mi especialidad son las pruebas de coches y motos. También soy formador de automoción y, aunque en mi garaje se acumulan los vehículos clásicos populares, disfruto probando las últimas tecnologías.

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